Y soñó con la gran madre Macedonia, con esa entidad telúrica, divina y política que alumbró la raza de Alejandro. Soñó con la memoria de la tierra y con los seres humanos que se suceden como las generaciones de las hojas de los árboles, renovándose siempre.
Los atenienses, a partir de hoy, contemplarán sueños, los verán despertar, crecer y ponerse de pie sobre la flor de su cal –dije poniendo mi mano sobre la mano de Pericles, mientras que desde el fondo de su sueño, Fidias escribía en la arena donde dibujaba su Acrópolis: Αθήνα πάντα.
"La educación musical puede contribuir a su resolución mediante la enseñanza de obras de compositores griegos modernos que defienden las ideas de democracia, justicia social, igualdad y libertad: la cultura helénica".
Es la Casa de la Ciudad, el Ayuntamiento de Barcelona un auténtico museo escultórico debido a las hermosas obras de los artistas catalanes que alberga: Clarà, Llimona, Subirachs, Miró, Rebull, Marès...
Subimos la Escala Negra y admiramos el gran muralde Miquel Viladrich con personajes de las comarcas catalanas y sus trajes típicos, ingresamos al Saló de Cent admirando la fuerza y el brío de la estética catalana. Palacio construido en el siglo XIV que registra los diferentes estilos del tiempo en su devenir. El pavimento y sus símbolos de los gremios y representaciones del escudo de la ciudad. La figura de San Jorge y nuestro transitar por estos espacios majestuosos y a la vez sobrios y elegantes por esa precisa sobriedad. Agradecer las puertas abiertas de la Casa de la Ciudad, la Casa de Todos.
Hay personas llenas de magia y de humanidad y Martha, del Restaurante Velada de Barcelona, hizo de mi cumpleaños en la ciudad una fiesta de generosidad más allá de las palabras.
La refinada intelectual argentina Susana Peiró, en su ya legendario espacio "Mujeres con Historia", ha posado sus ojos sobre mi novela Lorenzo, que agradezco desde el fondo de mi corazón:
...Y un día, en la mágica Italia, Lorenzo le habló a María en el oído. Le contó bellas y desconocidas historias sobre los grandes maestros: Botticelli, Gozzoli, Ghirlandaio, Verrocchi; la sedujo con los jóvenes Miguel Ángel y Leonardo y la llevó a pasear con Poliziano, Marsilio Ficino y Pico della Mirandola. (Susana Peiró)
Este bello patio con elemento arquitectónicos góticos pertenece a una casa del siglo XV que estaba en la calle de los Templarios y trasladada a lo que ahora es el museo Frederic Marès. El pozo, la escalera, las lápidas de los caballeros colocadas en los muros convierten este sitio en un lugar mágico para escuchar el murmullo del tiempo.
La Casa del Ardiaca en Barcelona es todo un compendio de la historia y el espíritu imaginativo de la ciudad a lo largo de los siglos. Prácticamente empotrada en la muralla romana, es gótica, renacentista y modernista. Un elemento muy atractivo es el buzón modernista que muestra golondrinas, yedra y una tortuga. Por haber sido la casa propiedad del Colegio de Abogados el buzón sería una alegoría satírica de la abogacía, que debiera ser ágil como el vuelo de las golondrinas pero se enreda en la yedra y es lenta como la tortuga.
Otro elemento llamativo es la figura de San Roque con su perro albergada en un nicho alto. El perro es azul pues en una de sus restauraciones el artesano preguntó de qué color debía pintarlo y le respondieron, también en broma"Píntelo de azul". Así quedó muchos años y al volverse al romper se tomó al decisión de teñirlo de marrón. La voz del pueblo clamó por su perro azul y así quedó, azul como el cielo de Barcelona.
Volvemos a la tortuga del buzón, que muestra su caparazón alisado. Esto se debe a la costumbre o rito de tocarla con la mano para atraer la buena suerte... o contrarrestar la mala suerte que podría atraer ver la calavera del puente del Bisbe por segunda vez. Así, ya que se permite, más vale frotar el caparazón de la paciente tortuga del buzón de la Casa del Ardiaca en Barcelona.
Por la Via Laietana en Barcelona llegamos ahora a la Plaza Ramón Berenguer el Grande, pues nos ha dado ternura y curiosidad la figura de su caballo. Se sabe que el conde de Barcelona fue el primer monarca hispánico en ordenarse caballero templario y se sabe también que, en su lecho de muerte, heredó a la Orden un castillo, equipo militar y sobre todo, a Danc, su caballo. Y así lo vemos en la Plaza Ramón Berenguer, a la sombra de la torre de la Capilla de Santa Ágata y la muralla romana cumplir sus sueños de caballo de los templarios en la antigua Barcelona.